El ping es el dato con el que se determina la velocidad de nuestra conexión a internet cuando estamos jugando online. Se mide en milisegundos y, como es obvio, a menor ping, mayor fluidez a la hora de disfrutar de nuestro ratito de ocio. Si la vida fuera perfecta, el ping, junto con el lag, sería una de las primeras cosas en desaparecer del mundo.